Era la vuelta al barrio, su Almagro querido. Prometían festejo rockero y cumplieron. Locos de Nacimiento se presentó en Gregón, el mítico lugar donde supieron ensayar Los Redondos y La Renga, y que el jueves pasado se transformó en manicomio para recibir a otros tantos locos en busca de su líder espiritual, alguien que les ordene un poco las ideas. Pero no lo encontraron. Porque arriba del escenario, el Turko, está más piantado que cualquiera.
Después de tres meses sin tocar para su público, salieron a las luces pasadas las 22 (¿acaso el número que mejor los representa?). El show había sido anunciado como "el más largo de su historia", asi que aprovecharon para repasar sus dos discos anteriores, Anzuelo (2009) yCultura del Silencio (2011), y estrenar algunos de los temas que están en el horno, terminando de cocinarse, para servirse dentro de poco, en su próximo material de estudio. Leer nota aqui
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