lunes, 27 de agosto de 2018

Carlos Chaouen: El alma humana en diez canciones

A veces bastan diez canciones para abocetar el sonido de un artista. No es el caso del poliédrico Carlos Chaouen. Ni su poesía ni su música caben en un decálogo sonoro, pues disco a disco ha modelado tantos climas emocionales como estados caben en un ser humano. Con esencia de cantautor de bar, aromas de andalucismo y ráfagas de su pasado rockero, pasea con la misma comodidad por la sencillez de cuatro acordes que por líneas armónicas imprevisibles y encabalgamientos asombrosamente agradables.

Sus canciones son viscerales, como las pulsiones humanas. A veces cálido, a veces crudo, tan pronto dulce como áspero, sexual, espiritual, terrenal, etéreo. Su música está tan ligada a la tierra como a esas nubes tan presentes en su música. Suena al mar de Cádiz y a las calles de Madrid, a campo agreste y a asfalto. Y es que sus composiciones se mueven siempre de un lado a otro de la frontera, como cantaba en su último disco de estudio. Leer completo aqui

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