lunes, 6 de agosto de 2018

El Kuelgue debutó en Obras

"Como se darán cuenta, estamos very emotional", decía Julián Kartún el sábado a la noche en la mitad del show que El Kuelgue dio en su debut en Obras. "Apostamos a ver quién lloraba primero." Lo cierto es que si bien hubo varios abrazos a lo largo del setlist, nadie lloró en esta fecha histórica para sus 14 años de trayectoria. Los once músicos en escena se mimetizaron con el sonido para justificar el ascenso que los paseó victoriosos por todos los boliches techados y abiertos de Buenos Aires, hasta llegar al templo del rock en modo sold out.
En poco más de veinte temas, El Kuelgue presentó una lectura destilada de la tradición vernácula que en los 90 y en los 2000 pre-Cromañón supo llenar este mismo lugar. Pero hoy el barrio es otro: entre chupines, camperas Uniqlo y smartphones, un manso público entonó los versos de las canciones y celebró ese carácter bipolar entre joda y musicalidad, que funciona gracias al diálogo entre Kartún y el tecladista Santiago Martínez con el resto del grupo. La sinergia les permitió sonar ajustados en cualquiera de sus capacidades. Desde el reggae blanco de "Circunvalación" al muy brasileño "Bossa & People" (donde el guiño a "Rebel Pose" de Fun People resulta orgánico), pasando por el ragtime cachondo de "Se va a warnes", el candombe rioplatense-spinetteano en "Si no te vas" (con un Pablo Vidal entonando cómodo los fraseos del saxo de Sergio Dawi) y el punk rock en "Sueño con Ovnis", todo encaja en un dialecto unificado. Leer completo aqui

No hay comentarios:

Publicar un comentario