miércoles, 28 de octubre de 2009

Tata Cedron y Horacio Molina

La herencia de Gardel
La acción transcurre en un pasaje de esos que cortan Alvarez Jonte. Allí, en el amplio salón de una casa del barrio, el fotógrafo de Ñ dispara una y otra vez sobre Juan "Tata" Cedrón –el anfitrión y, en la oportunidad, ejecutante de ukelele– y Horacio Molina –con la guitarra del Tata–, entregados a cantar a voz en cuello ¡un bolero! Detrás de cada uno de ellos hay una dilatada trayectoria en el mundo de la música popular argentina, y más específicamente en el tango, que los hace no sólo insoslayables, sino en muchos sentidos, piezas fundamentales de la renovación comenzada a partir de la década de 1960. Venidos de horizontes distintos, ocupando nichos y estilos claramente diferenciados, ambos, sin embargo, comparten una serie de pasiones que se hacen evidentes durante la conversación. Una de ellas es Mercedes Sosa, para quien uno y otro tienen palabras de admiración. Otra, que roza la devoción, es Carlos Gardel. Leer nota

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