viernes, 23 de octubre de 2009

Arbolito

La inmensa sombra de un Arbolito
Es cerca del mediodía del viernes 9 de octubre en la cubierta de un Buquebús con destino a Colonia. Sería difícil precisar el horario, porque entre Uruguay y la Argentina hay una hora de diferencia. Al sol charlan, entre mates, Ezequiel Yusyp y Pedro Borgobello. Si no fuese tan ridículo, probablemente tendrían un termo bajo el brazo cada uno.
–Bueno, entonces el queso para la rueda de prensa está, ¿no?
–Sí, habría que ver lo de las aceitunas.
–Yo me encargo. Che, ¿y el salame lo podrá ir a buscar tu vieja?
–Sí. Y si no, paso yo. ¿Con dos kilos estamos bien?
–Seee... lo que importa es que no falte el fernet.

Así son los Arbolito: hasta para arreglar el catering de la rueda de prensa de presentación de su flamante Despertándonos funcionan a yerba mate, pulso autogestivo y con una inevitable tradición campestre. Leer nota

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