Yo no permito que me impidan seguir; yo los invito a que me vean seguir”. Ese es Litto Nebbia: una convicción arrolladora –con un corazón que suelta canciones como sangre y una razón que busca un profundo sentido de las cosas–, que no sólo le abrió un fecundo camino personal, sino que además fue una adelantado que contribuyó a trazar un rumbo nuevo para una gran parte de su generación.
Certezas como esas quedaron sentidas en la penumbra de la Sala de las Américas cuando sonó Yo no permito, en medio de un magnífico recital en el que Nebbia se vio, se sintió y, sobre todo, se escuchó como un clásico de verdad. Sucedió el jueves por la noche en un acontecimiento organizado por la Universidad Nacional de Córdoba, Cultura de la Nación y los Servicios de Radio y Televisión de la UNC (con entrada gratis), para celebrar los 50 años del rock nacional, movimiento musical argentino que asienta su punto de partida en el primer disco de Los gatos salvajes, primera banda del rosarino. Leer nota
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