martes, 18 de mayo de 2010
Aníbal Troilo: En el Olimpo de la argentinidad
La historia empezó cuando aquel chico, que se llamaba Aníbal Carmelo Troilo y vivía en el barrio de Palermo, jugaba con una almohada: apoyándola sobre sus rodillas, mientras escuchaba tangos por la radio, la estrujaba simulando que tocaba un bandoneón. Pero para que empezara la leyenda de Pichuco, el mito de El Gordo, debería pasar algo más de medio siglo. Habría que esperar hasta el 18 de mayo de 1975, hace hoy exactamente 35 años, para saber que ese hombre que desaparecía físicamente estaba incorporándose para siempre como un nuevo dios al Olimpo de la argentinidad. Leer nota
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