Hablar con los cuatro ya transformados en súper héroes del rock, es una experiencia distinta a la de hacerlo a cara lavada. Con sus ropas y pinturas de guerra, y en los roles de Starchild, The Demon, Catman y Spaceman, la situación cuenta con una cuota de adrenalina extra. Tanto para quien escribe, como para ellos mismos.
A punto de cumplir 40 años con Kiss, Paul Stanley y Gene Simmons, junto al baterista Eric Singer y al guitarrista Tommy Thayer, son sinónimo de música y show, pero también de marketing y negocio. Y saben cómo cuidarlo. Conocen el juego y lo practican con amabilidad. Al pedido de disculpas por el mal inglés del cronista, llegó un símil por su mal castellano. Hubo predisposición y humildad, aunque el título de la nota sugiera lo contrario. Leer nota
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