martes, 9 de abril de 2013

El Huracan Murakami

Para Haruki Murakami escribir sobre el teclado es casi como tocar el piano. El ritmo es tan importante en su vida como en la estructura de sus novelas. “Cuando escribo, tomo una imagen y la hago fluir, imagino que el teclado es un piano, es como en esas improvisaciones de jazz que no se sabe cómo acabarán”, definió con una unión de sus dos pasiones. La música y la escritura. Para escribir le gusta hacerlo de madrugada, necesita silencio, que nada se interponga. “Me levanto a las cuatro, me preparo un café, enciendo la computadora y, a veces, escucho algo de música, por ejemplo, barroca. Pero, últimamente no escucho música mientras escribo”, confesó el autor. Mucho silencio, sólo las palabras que ronronean en su mente y que se lanzan a la pista tal como él en los maratones. Porque, Murakami también tiene otra pasión, correr. Tanto la escritura como las carreras las empezó cuando tenía 30 años. Y se puede afirmar que jamás paró. Leer nota 

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