Cruzan el Río de la Plata. Y luego se suben a un bondi; un motor home que conecta con nuestra ruta 40 y de allí, directo a Mendoza. Al volante va un tal Maxi: un tipo que en los recitales (este no es la excepción) se pierde entre el público para bailar y cantar. Promedia la primera hora. En un gesto de complicidad,
Emiliano Brancciari avisa que anda por ahí; dice: "Hoy es su cumpleaños" (además de "muchas gracias", una de las pocas frases que dirá en la noche).
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