De pronto, la callecita de Palermo hierve, los autos frenan en seco, una cabeza se asoma por la ventanilla y se le dibuja la incredulidad. ¿Pero ése no es...? ¿Y ése no es...? A medida que Bono, The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton desfilan rumbo a sus autos, la mandíbula del conductor se desencaja más y más, manotea el celular para conseguir la instantánea pero no llega, los cuatro tipos ya están yéndose. Sí, sabe que U2 está en Buenos Aires. Pero jamás hubiera imaginado que los iba a tener tan cerca.
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