El 8 de mayo verá la luz mi nuevo disco. Me miro las manos y parecen ramas de olivo. Intuyo los callos en las yemas de mi mano izquierda, la que acaricia el traste. Mi uñas, como siempre, maltratadas. La línea de la vida y del destino, todas llevan a ti. Se lee en las arrugas tu nombre, como en la corteza de un árbol mecido por el viento de la adolescencia.
Me miro las manos como buscando las canciones que viajan en este disco. De la misma forma que queremos recordar todos los domingos de la infancia soleados, transito la memoria de estos días de grabación y los encuentro luminosos, incandescentes.
Las sesiones en el estudio, la grabación del videoclip y del documental que acompañará el disco de canciones. La revisión minuciosa del resultado final. Como en una radiografía pegada al cristal fluorescente revisamos el esqueleto del álbum. Nos miramos al espejo vistiendo cada melodía.
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