El Indio Solari se niega a dar entrevistas, rehúsa de las cámaras, mantiene a resguardo su vida personal y le baja el pulgar a todo producto que procure abismarse en su intimidad. Pero a pesar de sus denodados esfuerzos por alcanzar ese propósito, su conducta sólo logra lo contrario, alimentando las ansiedades de quienes ven en esas barreras un desafío para repensar ideas y redoblar ingenios a la hora de abordar a uno de los artistas más significativos pero menos significados de la cultura popular argentina.
En ese contexto, el periodista y productor Julio Leiva (que trabaja en dos programas en Vorterix) tramó una jugada humilde pero ambiciosa, subiéndose a sus sueños y asumiendo los riegos de realizar primero el producto y recién después tocar la puerta de Solari. Leer nota
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