En el mundo de Vox Dei, la fuerza de gravedad tiene como eje a La Biblia. La mayor ópera rock que ha dado el género en el país, muchas veces comparada con Tommy de The Who o The Wall de Pink Floyd, mantiene su vigencia intacta. Revisitada por distintas reencarnaciones de la banda, en el show del Luna Park sumó un condimento especial: el regreso de Juan Carlos Godoy, el guitarrista que había abandonado las filas del grupo antes de que el disco llegara a las bateas en 1971.
En la noche del martes, el momento tan esperado por una mayoría de fans que peinaban canas -el de escuchar ese puñado de canciones basadas en textos bíblicos- quedó reservado para el final. El recital fue, entonces, de menor a mayor. “El espíritu de Rubén está presente”, dijo Godoy apenas pisó el escenario. Se refería a Rubén Basoalto, el baterista fallecido en 2010. Unos minutos más tarde, aparecieron Ricardo Soulé con su guitarra y Willy Quiroga con su bajo. Y descorcharon la velada con el aliento rockero de A nadie le interesa si quedás atrás (total qué) y Compulsión. Leer nota
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