Tu nuevo disco, “En vivo en el Río de la Plata-Antología 2008-2013” trae versiones de canciones conocidas. ¿Qué sentido le encontrás a volver a editar temas como "Adiós juventud", "Los olímpicos" o "Brindis por Pierrot"?
No vuelvo a editarlos. Los vuelvo a visitar. Son versiones en vivo con arreglos en algunos casos diferentes, cantados por otros solistas, muchas de ellas mejores que las originales. De los llamados grandes éxitos sólo hay cuatro o cinco. Tengo un sólo álbum en vivo por el cual pongo la cara: Concierto aniversario, del '97. Durante mucho tiempo, el estudio comandaba mi vida artística, e inevitablemente escuchaba la certera frase de “en el estudio suena mejor que en vivo”. Yo sabía que era así, y me mortificaba. Hasta que a partir del año '90 revertí la situación, a través de mejores bandas y distintas concepciones de los espectáculos. Del '94 en adelante han pasado veinte años en los que el escenario ha sido vital para mí a nivel espiritual y artístico. Resumiendo: si se tratara de estrenar canciones, los discos en vivo no tendrían sentido. Leer nota aqui
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