martes, 23 de diciembre de 2014

Un libro profundiza en la época de «Honestidad Brutal» de Andrés Calamaro

Y es que Andrés Calamaro parecía tener a finales del siglo pasado un futuro brillante y plácido como estrella de rock con éxito comercial y respeto crítico. Tras el éxito de Alta suciedad, su primer disco en solitario tras Los Rodríguez, se esperaba de él otro álbum conciso y de lujoso sonido, pero las expectativas están para romperse y una serie de circunstancias (entre las que estuvo la separación de su mujer) le empujaron a un año de grabaciones kamikazes en diez estudios de tres países diferentes.

El resultado fue Honestidad Brutal, una desmesura no sólo por sus dimensiones (37 canciones) o por los palos musicales que tocaba, sino por la desnuda profundidad emocional de sus textos y lo turbulento de su gestación. Leer nota

No hay comentarios:

Publicar un comentario