Ismael Serrano concibe su llegada a los 40 como un aterrizaje a una etapa clave de la vida. Será por cumplir una década o porque cada año que pasa consolida su carrera musical (11 discos luchando contra los «expertos» que creen enterrada la canción de autor), la cuestión es que ha elegido este momento clave para abrir horizontes.
Sin embargo, y aunque le toque hacer «balance», Serrano sigue siendo el mismo chaval que se sentaba con su guitarra en algún bar de Madrid mientras hacía suspirar a alguna mujer o maldecía a algún político. Eso sí, siempre con poesía. Sigue siendo el mismo porque a pesar de llevar 18 años arriba de los escenarios no ha perdido su esencia. Esencia musical y sobre todo, poética. Nota aquí.
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