miércoles, 27 de enero de 2016

Joaquín Sabina se estrena en la pintura con el cuaderno «Garagatos»

Cuando los médicos "y los selfies" le echaron de los bares, confiesa Joaquín Sabina en la presentación que hace de su trabajo y a la que ha tenido acceso Efe, el artista se recluyó en casa para dedicar su "rato favorito", después de cenar, "a tratar de escribir canciones".

"A veces salían y a veces no. Cuando no salían me desesperaba y, con unas copitas de más, como todavía no hacía cuadernos ni tenía óleos ni nada, me ponía a pintar: a veces las paredes, a veces las puertas", dice.

Alguna de esas pinturas "ha sobrevivido" y "la mejor" está en la portada del libro que presentará la próxima semana en Madrid.

Su forma de dibujar, explica, es algo "caótico", "sin reglas", "sin seguir ninguna disciplina de ninguna clase: No pretendía absolutamente nada excepto sacarme lo que llevaba dentro".

Al principio dibujaba en el cuaderno que tenía a mano y luego se ha ido "sofisticando un poquito" y se ha ido "regalando" cuadernos con un papel más rugoso para dibujar. Leer nota aqui

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