Ozzy Osbourne no es sólo una leyenda del rock and roll: también es un milagro ambulante. De hecho, los científicos quieren mapear su código genético en un intento de descubrir cómo es que sigue vivo después de décadas de abusar de las drogas y el alcohol.
A los 61 años, el ex Black Sabbath no da muestras de calmarse. Acaba de lanzar un nuevo disco, Scream, y este año está de gira por el mundo.
-¿Cuál es el secreto para que vos y Sharon celebren veintiocho años de casados?
-Bueno, tendríamos que habernos separado hace mucho tiempo, cuando yo no hacía más que tomar y consumir drogas. Si hubiera sido al revés, no creo que me habría quedado, pero ella es mi nena y yo la adoro. Cometemos errores, metemos la pata, hacemos estupideces, pero luego seguimos adelante. Leer entrevista
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