"En esa época no se podían mirar los e-mails en las habitaciones de hotel o hablar con tus seres queridos por Skype. En su lugar te dirigías al bar del hotel para matar el tiempo", afirmó Joe Cocker en un reportaje concedido a la revista alemana IN.
Además, el músico reconoció que "no hubiera podido aguantarlo. Hoy estoy rehabilitado y mi mujer Pamela me ayuda a mantener los pies en el suelo". Leer nota
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