“Durante el tributo que le hicimos a Mercedes Sosa en 2010, en Nueva York, el organizador me dijo que Joan Baez no cerraría el concierto, y que debía hacerlo yo. No lo podía creer. ¿Cómo iba a cantar después de ella?”, recordó León Gieco durante una entrevista que dio a Clarín meses atrás.
“Era ridículo, pero ella quería eso. Entonces, cuando arranqué con Sólo le pido a Dios, entraron todos los artistas a cantar conmigo y, en eso, siento una mano en mi espalda”, siguió Gieco, quien enseguida exclamó: “¡Era Joan Baez cantando conmigo, boludo!” “En ese momento recordé las 30 mil veces que fui a ver Woodstock cuando llegué a Buenos Aires, y que ella había sido la mujer de Dylan”, completó el cantante.
El segundo encuentro fue poco después, en un homenaje al pintor ecuatoriano (Oswaldo) Guayasimín. “Ella pidió cantar Sólo le pido a Dios conmigo. Pero antes, subió al escenario y dijo: ‘Vamos a cantar Blowin’ in the Wind ’. Y le hicimos los coros con (Eduardo) Aute y Pablo (Milanés).
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