viernes, 22 de agosto de 2014
"Catupecu muta hacia lo inevitable"
Si estas paredes hablaran se llenaría la habitación de historias. Estamos en la casa-sala-búnker de Catupecu Machu, y donde hoy está la consola del control, ayer dormían en pijamas los hermanos Fernando y Gabriel Ruiz Díaz. “Cuando llegamos a esta casa, Gabriel no existía y yo tenía cuatro años”, repasa Fernando, y abre el cofre de los recuerdos. La idea: navegar en su memoria para revivir en una tarde los 20 años de rock de la banda de Villa Luro. Intensos, felices y desgarradores. Los mismos que celebran con El grito después, su box set con postales de cada viaje, canciones y hasta un documental desde el origen, que tendrá su clímax en el show que darán en el Luna Park el sábado. Leer nota
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