lunes, 25 de enero de 2010

La bomba de Tiempo

La luz del Ritmo
Un ave fénix con un pañuelo en su cabecita se asoma entre los brazos que gotean transpirados. En realidad, es un muchacho que, en cuero y con la euforia propia de quien renace luego de un importante letargo, vitorea a La Bomba de Tiempo. El flash no es casual. "Le decimos el Águila. Viene siempre", apunta un allegado a la orquesta de percusión que hace ya cuatro años se presenta en el Konex casi ininterrumpidamente.Porque si la percusión suele relacionarse con los rituales, a juzgar por lo que pasa con las más de 3 mil personas semi desnudas que se mezclan cada lunes se podría tildar de chamán o incluso, con una literalidad extrema, de manosanta a Santiago Vazquez, director. De ahí, tanta espiritualidad: "Yo siento que tengo una misión y que nuestro objetivo tiene que ver con la exploración de lo rítmico en un estado más bien universal". Leer nota

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