El veterano estudio
Metro Goldwyn Mayer (
MGM) agoniza bajo una deuda multimillonaria mientras busca a la desesperada una solución financiera que permita al león más famoso de Hollywood seguir rugiendo en los cines del siglo XXI.La amenaza de la bancarrota inminente sobrevuela a esta productora de clásicos como
El mago de Oz (1939),
Lo que el viento se llevo (1939) o
Ben-Hur (1959), propietaria de la saga del agente secreto
James Bond y encargada de desarrollar las esperadas películas sobre la novela
The Hobbit.
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