miércoles, 3 de octubre de 2012

Silvio Rodriguez : Bienaventurada

Quizá la había visto antes en Cuba, pero siempre me ha parecido que conocí a Mercedes Sosa en el estadio de béisbol de Santiago de los Caballeros, en la República Dominicana, una noche de diciembre de 1974. Ella se incorporaba a “7 días con el pueblo”, un festival de canción comprometida que se venía celebrando desde hacía dos o tres jornadas. Aquella noche las luces del estadio parecían romper la oscuridad y el pueblo reclamaba a sus cantores. En el pequeño espacio en que nos apretábamos los que esperábamos turno, me las arreglé para ubicarme al lado de ella, presentarme y decirle lo que la admiraba. Por último, azorado de mi propia locuacidad, tuve la mala pata de brindarle un trago, que rechazó arrugando la nariz. Mal comienzo, me dije. Leer nota

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