![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEit8y86oJIBM_bvB9twzvTx1eU4Hh7KUX4uxtcl83MG3jVhElwh5sdKIH07a0ZI6-lURxPh0XVaZFWkabuwBqWNWMSkL2fkdKrrJeGJ_B2DFyp8hCXHroDolo2NtdMbvUdJA3Q83VLtbXI/s320/onetti.jpg)
Siempre se vuelve al primer amor. Lo admite el profesor y crítico uruguayo Hugo Verani, con una copa de vino blanco recién servida, en un bar de Palermo. “Puedes poner que soy onettiano, aunque él tomaba vino tinto. Y cuanto más ordinario, mejor; terraja, como decimos en Uruguay”, bromea este señor de cuerpo contundente, sonrisa amistosa que abraza a sus interlocutores y tono campechano rioplatense, responsable de un hallazgo que invita a frotarse las manos con los ojos bien abiertos: las cartas enviadas por Juan Carlos Onetti a Julio E. Payró, historiador y crítico, pintor y profesor universitario, autor de una cuarentena de libros y uno de los fundadores del Fondo Nacional de las Artes de Argentina. Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario