La obra de Atahualpa Yupanqui no requiere de presentación alguna. Está implícita en los caminos, navega metafóricamente por la pampa argentina, trova con el gaucho si es que el gaucho no es una invención que decía Macedonio Fernández. Yupanqui es un filósofo del silencio, un trovador solitario, un místico errante que construyó un cancionero ejemplar capaz de sublimar lo nimio. Nota completa
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