Así definió la editorial Seix Barral el material encontrado sin clasificar en una de las cajas que conserva la obra del poeta. La Fundación Pablo Neruda destacó “extraordinaria calidad”.
Los poemas están siempre a mitad de camino entre la pérdida y la reconquista. Los sabuesos literarios, arqueólogos incitados por el lema “el que busca encuentra”, saben que un archivo, lejos de fijar de una vez y para siempre su contenido, puede ser una puerta abierta a nuevas sorpresas. Un depósito de residuos y descartes, una telaraña de versos en suspenso, como enigmas escamoteados al escrutinio de los lectores. Más de veinte poemas inéditos de Pablo Neruda fueron hallados en unas cajas que contenían los manuscritos de las obras del poeta chileno, durante una revisión exhaustiva que realizó la Biblioteca de la Fundación Pablo Neruda, bajo la dirección de Darío Oses, en la que se comprobó que algunos de esos poemas manuscritos de “extraordinaria calidad” no se habían incluido en las obras publicadas correspondientes a cada caja. Nota aquí.
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