El domingo por la noche, Pil Trafa (voz), Stuka (guitarra), Robert Zelazek (bajo) y Sergio Gramática (batería), es decir la formación más icónica de Los Violadores, se reencontraron tras 29 años sin tocar juntos aquellos fundacionales himnos con los que edificaron al punk criollo hacia comienzos de los años ochenta.
Los muchachos decidieron dejar a un lado ciertas rencillas (“Un amigo enemigo del alma”, presentó Pil a Stuka) para pararse ante una multitud transgeneracional (pocos sub-18: hubo polémica en torno a una suspensión, luego levantada, de que concurrieran menores de edad al show), receptora de esa gran influencia: muchas remeras de bandas como 2 Minutos, Attaque 77, Cadena Perpetua, Flema y Bulldog entre el público. Leer nota aqui
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