Cuando acaba de cumplirse el trigésimo cuarto aniversario del hundimiento del crucero General Belgrano en el marco de la Guerra de Malvinas (1982), una vieja e inédita canción del desaparecido grupo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota ha revolucionado las redes. De título, “Cuá Cuá Amén”, la canción es un homenaje a los caídos en aquel combate.
Aquí, el video de la canción, durante un show de la banda en el boliche Go! de Mar del Plata, allá por 1994.
El periodista porteño Fernando Casas nos ofrece el siguiente desgloce:
Qué dice la canción
Uno podría creer que el Indio Solari escribió la canción apenas se enteró del hundimiento del Crucero General Belgrano. Comienza cantando: "Les voy a recordar un fiero crimen, un rico embarque de sangre de Satán". Sutil manera de referirse a los ingleses, aunque con palabras como puñales: crimen-embarque-sangre.
"Cua cuá Amén", título y estribillo: seres humanos como patos rezando. Con todo lo que invocaron a Dios y a la santa fe los gobernantes de facto que nos tocaron en suerte en este país para aplicar un modelo económico a sangre y fuego. Soldaditos que se ahogan como patos, como se ahogó una dictadura con la guerra, último manotazo de ahogado en alcohol cual Galtieri ebrio en conferencia de prensa.
"Mi conciencia estaba lista cuando la carne estalló". La edad que uno debe tener para ver explotar carne.
"Puntos de acetileno cegador", el gas más usado en las guerras que despide un refusilo que ilumina la noche. Más acá en el tiempo una película se llamó Iluminados por el fuego.
"Órdenes y gritos sordos, miedo y llanto puteador". Remite a alguien que recibe órdenes y putea y llora porque no le queda otra que cumplirlas. Escena vista en cualquier película de guerra ya no solo de Malvinas.
"¡Dios siempre tan imparcial!". Esa frase podría estar en cualquier canción que quedaría bien, je.
"Pasé la noche en un regio salvavidas y el fuego blanco se encargó de mi piel". De los 740 soldados argentinos que fueron rescatados con vida muchos de ellos permanecieron un par de días en balsas a la deriva en las heladas aguas del Atlántico sur.
“Bancos de hielo-fuego blancos quemando la piel” ¡Uf! La escena es tremenda y estremece. Pibes de 18 años en salvavidas, un día o dos a la deriva en aguas heladas. La canción termina en un rezo, con una plegaria de patito indefenso en medio del bombardeo, del hundimiento. Sin dudas: nunca en la vida fuimos golpeados tan duro.
Fuente elsol.com.ar
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