La muerte de Luca Prodan en diciembre de 1987 precipitó el final de Sumo, y la dispersión de sus huestes. Buena parte de ellas encontraron refugio en Los Redondos. No eran lo mismo, pero alguna que otra colaboración de unos con otros (Luca en una versión en vivo de Criminal mambo, de los Redondos, y Sumo grabando un tema del Indio Solari, Mejor no hablar de ciertas cosas) certificaba la simpatía entre ambos. Además, Luca, con su singular gracia, ya había arremetido contra Gustavo Cerati, líder de Soda Stéreo, la banda que hacía caso omiso a los supuestos cánones de las bandas de rock, que decían que el rock, para ser tal, debía mantener una actitud independiente y no transar con el sistema. Leer nota
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