De blanco y encendido, Fito Páez inauguró su regreso a los escenarios con una lista que colocó su nuevo material en la pista. "Rock and Roll Revolution" y "Muchacha" fueron las canciones para acomodar el sonido. "Es solo una cuestión de actitud", del disco Abre, fue la canción que determinó que, ante todo, Páez es un hacedor de clásicos.
"Loco, no te sobra una moneda", parte del homenaje que Páez le hizo a Charly, mantuvo el show al palo hasta la llegada de "La canción de Sibyl Vane", una descorazonada balada oscura seguida "Ella sabe todo de mi".
"Extraño la Rumba del Piano", dijo un hombre de 60 años en la primera fila. Y es que el público de Páez es una mezcla generacional que pocos músicos logran en sus shows. Con una lista que tuvo canciones "raras". Extrañas porque primaron las canciones del disco Yo te amo, salvo el final del primer bloque del show que cerró con "Bailando hasta que se vaya la noche" del poderoso Ciudad de Pobres Corazones. Con la participación de la sensual Emme Vitale y Páez las timbaletas y enseguida, el rosarino saltó de 1987 al 2003, con "Música para camaleones" del disco Naturaleza Sangre. Leer nota
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