Con tequila desbordándose en el interior del caballito transparente, el cantautor argentino Andrés Calamaro compartió y dedicó su actuación "por los amigos ausentes -sin mencionar el nombre de Cerati-, por la salud de los enfermos, por la libertad de los presos, por el recuerdo de los olvidados..." y sin más ni más, cubriéndose los hombros con el símbolo patrio mexicano, a poco más de hora y media en el escenario, interpretó con sumo respeto la gloria ranchera del compositor José Alfredo Jiménez "Te solté la rienda", por supuesto muy a su estilo y nada parecido con nuestro canto de folclor nacional. Leer nota
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