Elogia a la revolución, critica a Hilda Molina, reconoce la influencia de su gran amigo Silvio Rodríguez, y dice que para el pueblo de la isla, resistir es la única opción.
Después de pasar ocho años sin editar un disco, Santiago Feliú vuelve a la carga con Ay, la vida. Con 48 años a cuestas, este trovador del rock and roll se define como un jovenzote calmado. La llegada de su hijo Adriano, parece haberlo desacelerado. De gira por la Argentina, dio una veintena de recitales y partió a Cuba. Antes de irse, habló de todo, en una entrevista escrita. Nota completa aquí.
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