jueves, 6 de diciembre de 2018

Moris repasa su fantástico mundo musical marcado por "rebeldía", "osos" y "cuevas"

"De chico imaginaba el presente, no tenía tiempo de pensar en el futuro", así le recordó Moris a La Viola sus primeros pasos dentro de la música. Un verdadero pionero del rock en castellano, que le dio vida a grandes canciones como "El oso", "De nada sirve" o "Ayer nomás" -una hermosa obra que compuso junto a su querido amigo Pipo Lernoud- que se metieron en el cancionero popular.
Cuando era chico, en la casa familiar de Mauricio Birabent -su verdadero nombre- se escuchaba mucha música. Entre discos de boleros y de Frank Sinatra, también sonaban los primeros éxitos de Elvis Presley. "Sus canciones me marcaron. Fue muy importante para mis primeros pasos en el mundo de la música", recordó sobre aquella etapa tan importante en su vida.
El camino por los escenarios arrancó en el verano de 1966. Moris se fue a Villa Gesell con la que era su primera banda, Los Beatniks, con la que se presentó en el pequeño escenario del "Juan Sebastian Bar". Por esos días, el grupo estaba interesado en temas como "Tutti Frutti" o “Long Tall Sally", éxitos del rock and roll. Leer completo aqui

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