sábado, 5 de junio de 2010

Picasso: hambre en la mirada

Fue un soleado sábado de abril de 1973, a mediodía. Desde Radio Colonia, la voz de Ariel Delgado trajo la noticia. Parafraseando a Neruda, fue como un golpe de océano. Picasso había muerto. Luego, el silencio, el estupor de las cosas. ¿Cómo sería el mundo sin este creador que había marcado a fuego el siglo veinte y que con "Las señoritas de Avignon" había dado una definitiva vuelta de página en la historia del arte? Difícil imaginarlo, en ese momento. El mundo siguió andando, es cierto. Y el arte también: nuevas búsquedas, otros caminos más complejos. Pero Picasso no envejece. Es que en aquel lejano 1907 la fragmentación de la mirada y la ruptura del punto de vista único renacentista, que dieron origen al cubismo, significó una transformación copernicana en la que el tema de la pintura pasó a ser la pintura misma. Leer nota

No hay comentarios:

Publicar un comentario