Fue la primera muerte que sacudió en el 2016 al mundo de la música. David Bowie nos dejaba a los 69 años a causa de un cáncer termina, a pocas horas de la salida de su nuevo trabajo Blackstar.
Distinto, culto, inquieto, transgresor supo llevar sus ideas por distintos terrenos sonoros. Desde joven determinó que era diferente y se perfiló como amante del jazz, del arte en general y el diseño. Durante su adolescencia, una piña en el ojo puesta por un amigo que usaba anillos en medio de una discusión por una chica, marcó su profunda mirada pero le dejó problemas de percepción de la profundidad. Le dio vida a distintos personajes y supo cambiar a tiempo. Space Oddity fue el puntapié. En el año de la llegada del hombre a la Luna, el músico presentó un demo que cambió su mala racha artística. Salió el 11 de julio de 1969, cinco días antes del lanzamiento del Apolo 11 y enseguida causó un cimbronazo en la industria. El folk psicodélico presente en un disco que le provocó muchos roces con sus músicos y no terminó de definir lo que Bowie quería decir. Leer nota aqui
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