miércoles, 11 de julio de 2018

Roger Waters demostró en Londres que es mentira eso de que nadie es profeta en su tierra


A esta altura, cuando de muchos artistas llamados clásicos parece haber sido dicho bastante más que lo que queda por decir, cada vez que Roger Waters sale a escena, la pregunta que surge es cuántas crónicas puede inspirar uno de sus conciertos. Sobre todo, si se trata de verlo y escucharlo en su casa, a unas pocas cuadras de donde hace 53 años Pink Floyd daba sus primeros pasos. Y la respuesta que flotaba en el aire el viernes, cerca de la medianoche, mientras las casi 65 mil personas que unos minutos antes lo habían ovacionado una y otra vez en el cierre de la primera jornada del quinto British Summer Time iban abandonando el predio que ocupa el festival en el extremo Este del Hyde Park, es “muchas”. Leer completo aqui 


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