Los tímidos perciben el mundo de una manera diferente y, al estudiarlos, muestran una actividad cerebral más intensa ante ciertos estímulos. Al parecer, eso los lleva a analizar más profundamente la información; es decir, a prestar mayor atención a los detalles, lo que los diferencia claramente de las personas que son extravertidas.
A esta conclusión llegaron los científicos de la Stony Brook University de Nueva York, de la Universidad del Sudeste y de la Academia de China de Ciencias, luego de analizar los mecanismos que regulan la introversión. Descubrieron que el cerebro de las personas tímidas percibe el mundo exterior de distinta manera gracias al rasgo que los caracteriza: "Sensibilidad para la Percepción Sensorial" o, en sus siglas, SPS. Resulta que aproximadamente el 6% de la población mundial se comporta de manera inhibida y eso es porque quien nace con esa predisposición es más sensible que la media a los estímulos, necesita más tiempo para reflexionar y para tomar decisiones. ¿Un rasgo que los hace más creativos? Leer nota
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