jueves, 29 de abril de 2010
Vestir el ropaje de los próceres
Las conmemoraciones son momentos medulares de cualquier comunidad. En ciertas fechas precisas, sus miembros dejan de lado sus hábitos ordinarios y se consagran a rememorar juntos algún suceso primordial. Son en general los mayores quienes se encargan de transmitirle esa memoria a los jóvenes. Y lo hacen repitiendo una serie de relatos que no rememoran solamente los inicios de su pueblo sino también los comportamientos apropiados para desenvolverse en él. Hechos y valores, peripecias y reglas de vida, historias y exigencias morales o políticas son las dos caras inseparables de aquellas fabulaciones. Y por eso sus protagonistas suelen ser los ancestros dignos de recordarse e imitarse (aunque sea por contraste). Leer nota
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