No sé convertir lo que toco
Padre: deja que ponga mi hombro sobre la mesa
No sé ser el espejo de tu mentira
No puedo mirar al pozo porque me caigo
Sólo contemplocon mirada de niño
Inexorable la gente que pasa, pero nadie
escucha los dilemas gemidos moribundos
Sólo mirono espero un milagro
[Tiempo efímero, de Delfina Goldaracena, poeta fallecida el 8 de octubre de 2006 en la Tragedia de Santa Fe luego de un viaje solidario a una escuela de Quitilipi, en el Chaco, junto con nueve compañeros y su maestra. Tenía apenas esos dulces 16 años.]
No hay mucho que decir sobre las palabras de Delfi, hablan del futuro, derraman rebeldía y transformación. Es la sensibilidad juvenil floreciendo en una pequeña mujer que partió demasiado temprano. Injustamente. Difícil de comprender, como toda muerte fuera de tiempo marcada por la desidia. Ahí quedan, en un suspiro, renglones vacíos, poesías esperando sus palabras. Todo esto tiene que tener un sentido. Leer nota y ver video aqui
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