El Parlamento Europeo se trajo ayer desde Hamburgo a Paul McCartney, estrella vegetariana del rock y del pop invitada a predicar las virtudes de la abstinencia de comer carne un día a la semana, como viene pidiendo la Iglesia desde hace siglos y recomienda la dieta mediterránea. Y todo en nombre del cambio climático. "Menos carne = Menos calor", era la consigna de la jornada. "Degradación de suelo, falta de agua, enorme impacto sobre el cambio climático, contaminación atmosférica, pérdida de biodiversidad: la ganadería es uno de los dos a tres mayores contribuyentes a los problemas medioambientales", leer nota
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