Se lo ve espléndido. A los 65 años, esperando que nazca en pocos meses su octavo hijo, el cantante luce fresco y saludable, tan sexy como de costumbre. Lleva el mismo peinado de siempre y su piel bronceada no ostenta demasiadas arrugas. O bien heredó unos poderosos genes de sus ancestros escoceses o cuenta con el mejor peluquero de la industria, que Sting le debe envidiar.
Leer nota
No hay comentarios:
Publicar un comentario