Como líder y anfitrión del concierto, Rada y su espectacular formación hicieron que la audiencia que colmó al auditorio, cantara, acompañara con palmas y se levantara de sus butacas para bailar al ritmo de la música.
Con camisa negra y un detalle en tono cobrizo en los hombros, Rada tocó la percusión, cantó utilizando la voz como un instrumento más -siempre acompañado por el público que repetía sus melodías-, y bailó con una gracia arrolladora y una destreza poco común en un hombre 73 años.
“Siempre fui un hombre de fusión.. y de la infusión también”, deslizó el música con el sentido del humor que lo caracteriza, evitando cualquier gesto de solemnidad. Leer completo aqui
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