Cuando un músico mantiene una banda durante más de veinte años, en algún momento siente que tiene que parar para bajar un cambio y cambiar de aire. Es lo que le pasó a Fernando Ruiz Díaz, líder y voz cantante de Catupecu Machu, que desde 1994 viene sosteniendo y haciendo crecer a un grupo original y energético, que fue cumpliendo uno a uno los desafíos que se planteó.
De aquella banda de Villa Luro con actitud punk, Catupecu se convirtió en fenómeno de masas (con canciones como Magia Veneno o Y lo que quiero es que pises sin el suelo) y habitual número principal de festivales. Viajó por toda América, llegó a Europa y supo reinventarse aún con la tragedia personal de Gabriel Ruiz Díaz, hermano y socio musical de Fernando, quien quedó imposibilitado de tocar tras un accidente automovilístico en 2006. Leer aqui
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