El camarógrafo Leonardo Henrichsen filmó su propio asesinato, cuando en junio de 1973 registró con su cámara al soldado chileno que le disparaba, en una asonada militar previa al golpe de Pinochet. Más de tres décadas después, nadie pagó por esa muerte. El 29 de junio de 1973 Santiago de Chile había amanecido con la noticia de un intento de golpe de Estado contra el presidente constitucional Salvador Allende. El suceso fue conocido años más tarde como “El Tanquetazo”, por los carros militares que arrasaron las calles de la capital chilena desde donde las fuerzas armadas disparaban con munición gruesa contra la población civil. Leer nota
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