Al pop se le paró el corazón a las 12:26, hora de Los Ángeles. En ese minuto el teléfono de emergencias recibió una llamada: Michael Jackson había sufrido un paro cardiaco en su casa de Bel-Air y no respiraba. Tres vehículos de los servicios de urgencias respondieron a la petición de auxilio de un miembro del servicio del rey del pop con la esperanza de reanimar al cantante. Dentro de la mansión se iniciaron los primeros auxilios. "Fue como vivir un momento histórico", dijo una de sus vecinas. Desde el pasado mayo, Jackson vivía en Bel-Air, cuando alquiló un palacete estilo francés de siete dormitorios y 13 cuartos de baño. Esta vecina, como el resto del barrio, se enteró de la noticia cuando la policía cortó el tráfico para dejar salir a las ambulancias. Leer nota
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