El cineasta ultima el espectáculo 'Flamenco hoy' y vuelve al género de sus amores . La sala bulle. De calor, de sudor, de movimiento. Los bailarines, de negro, componen diagonales flamencas. Por encima de la música grabada -temas de Chano Domínguez para el espectáculo- se oyen los gritos alegres y furiosos de uno de los coreógrafos, Nani Paños. Salpica el sudor, que derrota al aire acondicionado. Manos arriba, zapateados intensos, gestos sobrios y enérgicos. Se oyen gritos de "¡Jaleo!, ¡jaleo!". En torno al grupo de bailaores que electrifica la sala de ensayos, con una pared cubierta de espejos y otra con un inmenso ventanal, se sienta una docena de personas. Leer nota
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