El 2010 se convirtió en un año de ilusiones para los beatlemaníacos. Primero, llegó la noticia de la posible visita de Paul McCartney a la Argentina. Y mientras se espera con ansias que se confirmen su llegada para las fechas previstas (cuando ya pautó dos en Brasil), un fan muy particular concretó la posibilidad de que los que comparten su pasión por la banda británica se lleven a su casa un pedacito de la historia de estos músicos. Eso sí, primero deberán competir por quién da más. Leer nota
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