jueves, 7 de octubre de 2010
Homenaje a Beto Satriani : El recuerdo se tradujo en canciones
Equidistante entre la magia y el respeto, Dino Saluzzi ajusta las clavijas del bandoneón y dirige la mirada al techo: “Gracias, Beto; gracias, papá”, balbucea y se detiene. El silencio tiene el mismo efecto que el de su fueye cada vez que frena la marcha: hechizante. Sus dos piezas, detrás, son un cielo de sonidos. Cinco artistas después, apenas consumada la enorme ofrenda de León Gieco y Luis Gurevich (la muy pocas veces tocada “Como un tren”), Luis Alberto Spinetta también queda sin palabras ante el shock emotivo: “Beto, donde estés, mi corazón siempre te alienta, te amo y, bueno... todo lo demás”, susurra el Flaco solo ante una guitarra. Ninguna referencia más. Sigue un guiño a León (“La guitarra”, poesía musicalizada por el rosquinense que el Flaco grabó en el disco tributo a Gieco), Leer nota
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